Como ya os hemos comentado, desde el Plan de Control Tributario, Hacienda marca las directrices para vigilar tanto a autónomos como al resto de contribuyentes.
Una inspección por parte de la Agencia Tributaria es una de las vías para averiguar si estamos haciendo las cosas bien a nivel fiscal. Hoy os contamos en qué consiste este procedimiento y las fases de la investigación.
Tanto los autónomos como las sociedades son el objetivo principal de estas inspecciones dado que cuentan con un alto volumen de facturación, sobre todo entre las sociedades.
Partes en las que se divide una inspección
Desde la Agencia Tributaria se debe garantizar que todos los contribuyentes cumplamos con las obligaciones fiscales y para realizar esta misión, los inspectores de Hacienda cuentan con los procesos de comprobación e investigación.
- La comprobación tiene por objeto los actos, elementos y valoraciones consignados por los obligados tributarios en sus declaraciones.
- La investigación tiene por objeto descubrir la existencia, si fuera así, de hechos con relevancia tributaria no declarados o declarados de manera incorrecta.
La inspección es un procedimiento administrativo que tiene por objeto comprobar e investigar el adecuado cumplimiento de las obligaciones tributarias de los contribuyentes y está regulada en la Ley 58/2003, Ley General Tributaria (LGT).
Inicio, desarrollo, terminación y varias fases componen una inspección de Hacienda
Ya hemos visto cómo se divide de manera principal una inspección por parte de Hacienda, están bien diferenciadas y serían: inicio, desarrollo y terminación, sin embargo, cada uno de esas partes está dividida en diferentes fases que son fáciles de reconocer por un autónomo.
Primera fase: el inicio del procedimiento
Esta primera fase del inicio de la inspección de Hacienda corresponde a la Orde de servicio que da la Delegación de Inspección y a través de ella es cuando se habilita la comprobación, es decir, la investigación de la información.
Comienza un cruce de información en la Oficina de Selección a esos contribuyentes que presenten una mayor diferencia entre la información de las declaraciones y la que conste en las bases de datos tributaria.
Aquí comienza el papel de los técnicos e inspectores para demostrar la carga de la prueba.
Segunda fase: se comunica al contribuyente el inicio de la investigación
Llega el momento de la comunicación, se comunica al contribuyente una serie de puntos:
- Motivo de la inspección.
- Plazo de tiempo objeto de la inspección.
- Período del que dispone para remitir la documentación requerida, que suele ser entre diez y quince días.
Tercera fase: la comprobación
Se verifica la documentación aportada por el contribuyente, esta investigación puede ser:
- Parcial. En los casos en que la comprobación se limita a un solo hecho imponible.
- General. Cuando abarca la totalidad de los hechos imponibles de un mismo impuesto y período de tiempo.
En este momento, se hacen comprobaciones rutinarias como: verificar los libros de contabilidad, saldos pendientes de cobro, etcétera.
Cuarta fase: emisión de las actas
Tras el resultado de las investigaciones todo se documenta mediante actas y si la Agencia Tributaria determina que existe un incumplimiento de las obligaciones y se demuestran las sospechas confirmándose que hay un fraude, se lleva a cabo la emisión de actas.
En este momento, se emite un acta de actuación conforme si el autónomo acepta la liquidación que impone Hacienda. Si no estuviera de acuerdo, se resolverá como acta de disconformidad.
Quinta fase: presentación de alegaciones
Si el trabajador por cuenta propia se niega a suscribir el acta o no aparece en las fechas señaladas para la firma de actas, podrá presentar alegaciones dentro del plazo de los 15 días a contar desde la notificación.
Derechos del contribuyente en una inspección de Hacienda
En cuanto a los derechos que tiene el contribuyente en una inspección de Haciendas, se encuentran los siguientes:
- Derecho a ser informado: sobre el objeto del procedimiento, el plazo para aportar la documentación y el estado del expediente.
- Derecho a la privacidad: El Tribunal Supremo determina que Hacienda no puede acceder a dispositivos electrónicos si se vulneran derechos fundamentales, como la intimidad personal y familiar.
- Derecho a ser asistido: por un representante legal o por un asesor fiscal.
- Derecho a examinar la documentación: el contribuyente investigado tiene derecho a consultar la documentación que posee el inspector.