Entre algunas pymes la sostenibilidad es simplemente una pose más que una estrategia real e interiorizada. Por esta razón, desde Europa y gracias a una nueva normativa van a sancionar a este tipo de información errónea sobre la sostenibilidad de las empresas, y se les va a obligar a exponer antes sus consumidores la realidad de cómo desarrollan su actividad.
En concreto, a partir de 2025, las grandes empresas en Europa deberán cumplir con esta normativa y afrontar sanciones en el caso de no hacerlo. En 2026, las pymes también deberán sumarse a esta obligación, y en 2028, todas las empresas, incluso las de terceros países, deberán seguir estas normas.
El motivo por el que nace esta nueva normativa es debido a las acusaciones contra grandes empresas por hacer greenwashing, o lavado verde, es decir, blanquear actividades que contaminan o que no cumplen los estándares que se deben seguir para cuidar el planeta, para ofrecer una imagen más positiva, a través de engaños.
Información real de las pymes para demostrar que son sostenibles
Detrás de nombres conocidos por todos, se ocultan empresas que venden un discurso ecologista y amante de su entorno, aunque después no se traduzca en un comportamiento coherente. Esta forma de actuar choca contra las generaciones más jóvenes implicadas con la sostenibilidad.
Además de buscar información sobre un producto, la empresa que lo crea y la competencia, para este nuevo consumidor es sumamente importante que la marca en la que depositen su confianza sea de veras amigable con el entorno y respetuosa.
La nueva normativa obligará a las empresas grandes, medianas o pequeñas, a ofrecer información real sobre su actividad, y el impacto que tiene en la naturaleza. Esta idea hará que muchas de ellas queden estancadas y no mantengan su éxito empresarial debido a las malas prácticas en el ámbito ecológico.
Multas de 100.000 euros a las empresas que no sean sostenibles
Multas de hasta 100.000 euros serán para aquellos negocios que hagan publicidad con mensajes supuestamente sostenible, etiqueten productos como 'respetuosos con el medioambiente' o se autodeclaren, por ejemplo, 'sostenibles y verdes', cuando no haya datos científicos que lo avalen, algo que sí será obligatorio gracias a la nueva ley.
Lo positivo de esta medida afecta a las pymes y negocios pequeños que no podían competir con esas grandes empresas, presuntamente tan comprometidas con el medioambiente.
Pero este mensaje de advertencia también va dirigido a ellas, puesto que utilizar en los escaparates o en sus páginas webs, mensajes donde se aluda al respeto a la naturaleza no podrán ser utilizados como una pura estrategia de marketing si detrás no hay pruebas que avalen que eso es real.
La nueva ley está pensada para que se empiece a aplicar, con la imposición de sanciones, antes de septiembre de 2025.