La trampa de estar a prueba en una empresa

La trampa de estar a prueba en una empresa
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La conocida frase "estarás a prueba unos días" se puede convertir en la peor pesadilla para un trabajador. El caso es reciente, verídico y cercano. La situación: una diseñadora con experiencia es captada por una empresa de calzado que al estar en crisis (qué originales) han decidido ampliar el negocio fabricando artículos de lujo para mascotas. Obviamente ni el gerente ni ningún miembro saben diseñar, ahí entra en escena una persona con un bagaje profesional y talento indiscutible.

Ella trabaja, crea diversos proyectos, diseños innovadores y aporta su creatividad además de obviamente su trabajo y tiempo. Al cabo de dos meses, cuando ya cuentan con un abanico de posibilidades para vender, le dicen gracias, le pagan una cantidad ridícula y se quedan con todos sus diseños de los que están sacando partido en la actualidad.

¿Dónde está el límite? El límite lo has de poner tú. Si alguien no sabe realizar una labor, pero es capaz de tratar de esta forma a una persona sin tener un mínimo respeto por su esfuerzo y capacidad que él no posee, se le debe denunciar. Esta persona se fue de la empresa de calzado con una sensación de impotencia tremenda, y como ella se dan muchos casos en este país.

Lo que llamó mi atención (o quizás ya no tanto) fue la frase que acompañó a ese intercambio de dinero ridículo por su trabajo: no podían contratar a una persona de su valía y se veían obligados a contratar a una chica joven que les salia más barata, palabras textuales. Que existe una tasa de paro brutal entre los jóvenes ya lo sabemos, pero que a partir de los treinta y cinco años la gente no se esfuma o desintegra, también es cierto.

Esa peligrosa mezcla de facilitar el contrato a gente joven y la indiferencia ante la valía del resto de la población por parte de algunos empresarios, da como resultado un cóctel peligroso. Es decir, prefieren pagar menos (en ocasiones ni pagar) y dejar en un segundo plano un trabajo de calidad.

No sé si el foco debiera estar puesto tanto en los jóvenes y sí desviarse un poco hacia ese segmento de la población que es la que está sufriendo las malas artes de empresarios mediocres.

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