Ya está anunciada la fecha y el próximo 30 de Mayo, con bastante retraso desde su presentación en Estados Unidos llegará a España la Surface Pro de Microsoft. Se trata de la versión que incorpora Windows 8 Pro en lugar de la versión RT. La gran diferencia, el escritorio y la instalación de programas como en cualquier otro ordenador. Pero ¿tiene un hueco la Surface Pro de Microsoft en la empresa?
También tiene sus desventajas, puesto que como tablet tendrá un poco más peso que el resto de competidores y a la vez un poco menos de autonomía, al tener un procesador bastante potente para ejecutar las tareas, por lo que en este sentido también ganamos en capacidad de ejecución de programas sin problemas. O dicho de otro modo, trabajará como un portátil de gama media-alta y además como tablet.
Además creo que la inclusión del stylus es un acierto para los usuarios que necesitan corregir y anotar cosas, los que supervisan más que crean contenidos. Si ha esto le unimos uno de los dos teclados podemos tener un tablet con capacidad de trabajar como un portátil cuyo precio rondará los 1.000€.
Y este creo que es el problema para que tenga realmente éxito. Este precio de entrada ya lo sitúa en un sector minoritario de los equipos de las pymes, son pocos los que llegan a la gama alta, siendo el portátil de gama media todavía el más extendido en el caso de necesitar movilidad.
Dentro de la gama tablet, por ese precio podemos conseguir dos tablets con sus respectivos teclados de buena calidad, por ejemplo la Nexus 10, por lo que la empresa no se va a volver loca comprando Surface Pro, como no lo ha hecho con otras opciones de otros fabricantes. A esto hay que unir que Windows 8 no entusiasma a la empresa.
Aún siendo una buena opción para los usuarios que en determinados momentos quieren una tablet y en otros un portátil, la Surface Pro no dejará de ser una rareza en la empresa, por lo menos a corto plazo. Tendrá que estar el mercado corporativo más maduro en la adopción de Windows 8 para que este dispositivo sea visto con otros ojos.
En Tecnología Pyme | El netbook no estaba muerto, estaba de parranda