Los discos de memorias sólida se han ganado una merecida buena fama por la velocidad y mejora que suponen para los equipos informáticos. Sin embargo tenemos que asumir que si tienes un disco SSD, más pronto que tarde fallará y en la mayor parte de los casos no podrás recuperar información.
No se trata de un fallo, sino más bien de un ciclo de vida que depende del número de veces que podemos escribir y borrar en un disco SSD. Por lo tanto, influye nuestro comportamiento como usuarios a la hora de mantener la vida útil de las unidades SSD.
Si estamos constantemente grandes volúmenes de información, fotos, vídeo, etc. en nuestros equipos el resultado será que el disco SSD tendrá varios años menos de vida útil que si lo movemos en el equipo son documentos de texto, hojas de cálculo, PDF, etc. Existen distintas aplicaciones que nos pueden ayudar a calcular esta vida útil de forma cómoda.
De todas formas, cada fabricante tiene unas especificaciones diferentes. Además no es lo mismo un disco de última generación, que las primeras unidades que salieron al mercado, que tenían una duración mucho menor. Pero quizás son estas las que podemos encontrar en un mayor número de equipos en las empresas, ya que por relación precio por GB parecían las más rentables.
Por eso en los equipos que montan estas unidades, la copia de seguridad de los datos es más que una obligación. Ya sea del sistema, de la información, etc. lo importante es poder restaurar el equipo lo más rápido posible sin que afecte a nuestra productividad o su incidencia sea mínima.
Por mi experiencia personal, es una de las actualizaciones que yo recomendaría en cualquier equipo que necesite mejorar su rendimiento y un sistema operativo moderno. Además una de sus limitaciones como es el espacio, al tener un coste por GB más elevado que una unidad tradicional, no le afecta, al guardar la información crítica en el servidor.
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