En este domingo de lluvia he decidido leer sobre la figura de Margaret Thatcher. Reconozco que desconocía en parte la personalidad de esta mujer, y digo en parte porque algunos de sus movimientos en la política fueron imposibles de obviar. Qué puede aprender la pyme de Margaret Thatcher. Respuesta que comentaremos en este post.
De algunas entrevistas que he leído he sacado en claro algunos puntos que siempre repite y deja constancia de su forma de ser. No vamos a entrar en política ni en ideales pero si destacaremos los puntos fuertes de este mujer. Esos puntos que la llevaron al poder y que dentro de una pyme pueden ser un bien valioso.
Margaret Thatcher, ¿qué la definen?
Dentro de los puntos más férreos que he podido sacar de lo que he leído sobre Margaret Thatcher es que era una persona extremadamente disciplinada. Este gesto, en la pyme, nos aporta un valor añadido, un valor que nos hará un entrenamiento diario para poder conseguir aquello que queremos; ya sean beneficios y crecimiento profesional.
Otro aspecto que encuentro realmente necesario es el hecho de "escuchar". Sentarse a oír, reflexionar sobre otra opinión, dejar entrar otras opiniones para, más tarde, escoger la mejor solución ante un problema o una posible mejora. Para escoger una buena solución es importante tener buenos principios, y Thatcher los tenía; de ahí su creencia en sí misma.
Los principios en la pyme como en los proyectos que ésta cumplirá son realmente importantes ya que serán la base a respetar y sobre la que se podrá construir las herramientas necesarias para el éxito. Uno de los puntos que más me ha llamado la atención es como conocía a su competencia. En la pyme debe ser exactamente igual pero sin agobiarnos, tan sólo conociendo qué hacen fuera de nuestras oficinas.
Si nos fijamos en todo el recorrido de la antigua presidenta vemos que uno de sus grandes puntos fue el hecho de planificar sus acciones. En la pyme la planificación es clave y realmente necesaria. Planificar nuestras acciones es la única forma de poder adelantarnos a un resultado que no sabremos jamás cual será.
Conclusión
He dejado para el final el mejor punto de Margaret Thatcher: saber perder. No siempre se gana, y al igual que las carreras perdidas en la F1: podemos aprender de la pérdida. Sin duda es lo más complicado, lo que jamás queremos ver ni sentir pero desgraciadamente estas cosas pasan y es mejor aprender que rendirnos.
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