Otro ejemplo más de la mala aplicación de los códigos QR

Otro ejemplo más de la mala aplicación de los códigos QR
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El otro día estaba dando un paseo y me fijé en uno de los muchos carteles de casas en venta que había. Por deformación profesional y curiosidad más que nada. Tenía un código QR. Me acerqué y lo leí con el teléfono móvil. Y me encontré con otro ejemplo más de la mala aplicación de los códigos QR en las empresas.

Decepción total. Esperaba encontrarme una descripción del inmueble, una gran colección de imágenes para poder valorar si me interesaba o no el producto. Pero todo lo que me encontré fue un enlace a la página web de la inmobiliaria. Y lo cierto es que no necesito un código QR para ir a la página de la inmobiliaria, basta con anunciarlo con la dirección web y ya lo tecleo yo o realizo una búsqueda por voz desde el móvil.

El código QR debe incluir información de valor añadido a los simples datos de contacto o una página web. Un vídeo en este caso hubiera sido algo genial, pero sino un documento PDF con la ficha de la casa, donde nos de todos los datos, imágenes, etc. Y por supuesto los datos de contacto y con enlaces a la página web de las inmobiliaria si deseamos más información. Posibilidades de usar los códigos QR bien tenemos muchas.

El código QR tiene que ir ligado al producto, al evento, etc. más que a una empresa en general. Es mejor poner un código QR junto al precio del Apio en una frutería que nos facilita dos o tres recetas que tienen como uso principal este ingrediente, algo que da ideas al consumidor y le incita a comprar este producto. Y no añadir la página web de la frutería que podemos promocionarla por otros métodos. O de un evento que se promociona con los cupcakes como en la imagen del post.

En Tecnología Pyme | Algo no hemos entendido en el uso de los códigos QR
Imagen | clevercupcakes

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