Oficinas virtuales, ¿negocio real? (II)

Oficinas virtuales, ¿negocio real? (II)
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Seguimos con nuestro repaso a las oficinas virtuales, ¿negocio real? En nuestro anterior post hablamos sobre algunos de los detalles más comunes a la hora de escoger una oficina virtual donde llevar a cabo el comienzo de una pyme. Otro de los casos más normales es el hecho de tener mayor libertad y poder estar más cerca del cliente.

A la hora de evaluar qué opción nos es más acertada debemos tener en cuenta opciones como el servicios de domiciliación y el omnipresente: siempre en contacto, “hágaselo usted mismo”, que ya comentamos en el post anterior. En este post nos centraremos en los empleados virtuales. Este detalle es muy importante si comenzamos con una nueva andadura.

Empleados virtuales

Con "empleados virtuales" me estoy refiriendo a los servicios del tipo de los de “secretaria virtual” y de “vendedor virtual”. Este tipo de soluciones suele incluir las gestiones de recepción de llamadas que ofrecen los servicios de oficina virtual de los centros de negocio, complementados con tareas de mayor valor añadido, como pueden ser la gestión de agenda, concertación de citas, tramitación y gestión de ventas, así como tareas del tipo de reserva de hoteles y de billetes.

Un empleado virtual ofrece la ventaja de contar con los servicios de profesionales sin tener que incurrir en contratación ni gastos de personal, seguridad social o prevención de riesgos laborales. Generalmente, las tarifas suelen incluir un fijo mensual más una comisión por cada servicio concreto atendido. También pueden negociarse los servicios para campañas concretas (sobre todo en el caso de vendedores virtuales).

Conclusión

¿Cómo evaluamos si este tipo de soluciones son adecuadas para nuestro negocio, y cómo escogemos el proveedor que más nos conviene? En el caso de que nuestro negocio no precise de una oficina “física” con posibilidad de recibir visitas de nuestros clientes o proveedores, una solución de oficina virtual puede ayudarnos a mantener eficientemente nuestros contactos sin incurrir en los costes inherentes a mantener dicha oficina física.

No obstante, no debemos olvidar que nuestro front office es la cara que ofrecemos a nuestro público (clientes, proveedores, partners, etc). Consecuentemente, la alternativa de la oficina virtual como solución de bajo coste no debe permitir que incurramos en el riesgo de dar un bajo nivel de servicio, ya que algunas de las tareas que vamos a externalizar pueden tener un impacto relevante sobre la imagen que proyectamos hacia nuestro público.

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