Ocho razones para no tener un portátil hoy en día en la oficina

Ocho razones para no tener un portátil hoy en día en la oficina
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A pesar de vivir en plena era de la movilidad, del cloud computing o poder trabajar desde casa como si estuviéramos en la oficina, los ordenadores portátiles no son los equipos favoritos de muchas empresas. Hoy vamos a ver ocho razones para no tener un portátil hoy en día en la oficina y poder sacarlo para trabajar fuera de ella de forma cómoda.

Y aquí hablamos de trabajadores a los que estos equipos les ofrecerían una buena solución, ya que parte de su jornada laboral la realizan fuera de la oficina o en varias sedes de nuestra empresa. O simplemente realizar conexiones puntuales fuera de su puesto de trabajo, para ver algún dato o poder contestar a un cliente en un momento dado.

La incomodidad de trabajar con un portátil

  1. La ergonomía suele ser un buen motivo en muchos casos. Estamos acostumbrados a nuestro teclado y ratón, y aunque podemos conectarlos al portátil no lo hacemos de forma habitual. Trabajar todo el día con el teclado del portátil y el touch-pad puede ser bastante incómodo.
  2. Una pantalla demasiado pequeña. Igual que en el caso anterior, conectar una pantalla externa es de lo más sencillo, pero no todo el mundo lo utiliza. También la pantalla del portátil suele estar algo más baja de lo que debería por lo que puede provocar molestias cervicales.
  3. Equipos más caros que duran menos tiempo, aunque la diferencia en ambos aspectos se ha ido reduciendo mucho a lo largo del tiempo. Los portátiles hoy son mucho más baratos que hace unos años y su duración está a la par de los equipos de sobremesa. Quizás lo que si tienen es más dificultad para su reparación o para ampliar sus capacidades.
  4. No tener que cargar con el equipo de un lado para otro, donde al final el maletín del portátil es la extensión de nuestro brazo. Si ya habitualmente llevamos carpetas y documentos, puede hacer que el tránsito sea bastante pesado.
  5. Nos basta con una conexión remota desde el equipo de casa y de esta forma tenemos la posibilidad de trabajar si tenemos necesidad en un momento dado desde casa, con el mismo entorno que tenemos en la oficina, lo que mejora de forma notable nuestra productividad. Tenemos acceso a las unidades de red, documentos compartidos, etc.
  6. No queremos sacar los datos fuera de la empresa, de manera que los mantenemos en un entorno controlado y seguro. Esto es importante si tenemos datos sensibles de los clientes o datos críticos por la información que contienen y no deseamos que por cualquier descuido sean desvelados.
  7. Para una consulta puntual basta con el smartphone donde podemos tener configurado el correo electrónico del trabajo, para muchos la herramienta básica para avanzar trabajo cuando no están en la oficina.
  8. Evitamos la tentación de seguir trabajando en casa y tenemos las pausas y descansos necesarios para que nuestra capacidad de concentración y trabajo sean las adecuadas. No por estar siempre trabajando desde casa vamos a avanzar más, es necesario saber valorar las urgencias y desconectar en el momento que dedicamos a nuestra vida personal.

Estos son algunos de los inconvenientes que siguen presentando los portátiles, o que ven algunos usuarios en su uso. Mañana veremos alguna de las razones por las que muchos usuarios trabajarían mejor con un portátil que con un equipo de sobremesa para dar una visión complementaria.

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Imagen | Pexels

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