Cada día se va extendiendo más la idea que poco a poco se va convirtiendo en un lugar común de que el ordenador tradicional, el de caja de toda la vida tiende a desaparecer. Portátiles, todo en uno, compactos o tabletas son los llamados a robarles cuota de mercado poco a poco. No dudo que sea así, pero no creo que en las pymes ocurra esto. Creo que los ordenadores tradicionales no desaparecerán en las empresas.
Este tipo de ordenadores tienden un retorno de inversión a una plazo mayor que los habituales de sobremesa, sobre todo porque su precio es algo más elevado respecto a uno de similares características y porque su vida útil suele ser algo menor. Esta cuestión ya es suficiente para que muchas empresas no se planteen utilizar otro tipo de equipos distintos al tradicional.
Los compactos, todo en uno o portátiles tienen su nicho de mercado en las empresas, más centrado sobre todo en autónomos, y pequeño comercio de manera que en muchos casos pueden aprovechar sus capacidades táctiles y ser utilizados como TPV o aportan una versatilidad que el sobremesa es incapaz por sus propias características de ofrecer.
Además se añade el factor de la facilidad de ampliación. Un ordenador tradicional de sobremesa es más sencillo de ampliar, con discos duros, tarjetas internas que nos añadan funcionalidad o una simple memoria. Además los componentes suelen ser más baratos. Un giga de memoria para sobremesa suele ser algo más barato que el mismo componente para portátiles, aunque esto puede variar en función de la tecnología y las fechas de compra.
A la vez las reparaciones de hardware de los ordenadores tradicionales, por la facilidad de acceso suelen ser más económicas. No es lo mismo cambiar un ventilador de un ordenador compacto, que un equipo sobremesa. Sin embargo, suelen requerir de un mantenimiento algo mayor. Es normal tener que abrir los equipos de sobremesa para limpiarlos y aspirar el polvo que acumulan, cuando a sus rivales rara vez es necesario hacerlo.
El mayor inconveniente de los equipos de sobremesa es de imagen. El espacio que nos ocupan, el cableado que necesitan desplegar son aspectos que en muchos casos las empresas quieren cuidar y dar un aspecto algo distinto a su parque informático. Por eso estos equipos ganan cuota de mercado en muchas empresas.
Más peligroso, quizás no tanto para la pyme, pero si para empresas mayores serían los Think Clients, equipos terminales, que carecen de capacidad de actuación por sí mismos y que dependen del servidor. La capacidad de control que ofrecen para los administradores supone un ahorro importante respecto a los ordenadores tradicionales.
De todas formas el horizonte a 10 años no parece indicar que los ordenadores tradicionales desaparezcan en las empresas. Hay alternativas, pero de momento no creo que estén maduras para ganar la partida al ordenador tradicional. Además, en la actual coyuntura económica las empresas están más por ahorro de costes que por otras cuestiones, y aquí el sobremesa lleva ventaja. Si me equivoco o no sólo el tiempo lo dirá.
En Tecnología Pyme | Ventajas en la empresa de un ordenador tradicional