Algunas de las empresas más importantes del sector se han reunido y han estado trabajando en un documento que genere las bases de como deben ser las aplicaciones y el software creado para trabajar en la nube. Como siempre ocurre en este tipo de cosas ni están todos los que son ni son todos los que están, pero la importancia del Manifiesto Open Cloud para la empresa radica en que debe sentar las bases para el desarrollo de aplicaciones y programas en la nube.
El principal problema radica en que grandes gigantes del mundo de las tecnologías no han firmado el manifiesto, como Microsoft o Google, lo que de facto puede provocar que se quede en nada. Sin embargo otras empresas muy importantes se han adherido al mismo como IBM, Cisco, VMVare, Novell o Telefónica. Este texto se desarrolla en torno a seis puntos fundamentales:
- Colaboración y adopción de estándares para las nuevas soluciones en la nube.
- No limitar la capacidad de elección del cliente utilizando la posición dominante en el mercado para imponer una solución concreta.
- Usar y adoptar estándares existentes, evitando así tener que crear nuevos o duplicar las existentes.
- Intentar evitar la creación de nuevos estándares y generarlos de forma que sean lo más abiertos posible favoreciendo la innovación con ellos en lugar de cohibirla.
- No trasladar los problemas de los proveedores de servicios en la nube hacia el cliente, tratando de buscar las necesidades del cliente y no desarrollando en función de las del proveedor.
- Trabajo en conjunto para evitar que las iniciativas se solapen.
Y ¿cómo influye todo esto en las pymes? Pues a mi modo de entender en caso de cumplir todos estos principios la gran favorecida será la pyme. Una gran empresa tal vez no tenga tanta necesidad de las aplicaciones en la nube, y en caso de optar por este modelo lo pueden realizar en su propia intranet. Estas tecnologías y el ahorro de costes que tienen asociado con el pago por uso ponen a disposición de la pyme soluciones que antes debían desechar por el precio inalcanzables de las mismas.
Cuanto más estándar sea el software y la forma de comunicarse con la nube mayor libertad de elección tendrá la pyme. Si se desarrollan aplicaciones y comunicaciones según un modelo la empresa siempre podrá optar por la solución que más le convenza y cuando ésta deje de ser interesante podría cambiar a otra de forma que no resulte "traumático" para la empresa, al contrario de lo que ocurre ahora con soluciones tipo ERP, que migrar de una a otra puede resultar prácticamente imposible, quedando la empresa cautiva de la solución que en su momento decide adoptar.
Por último el desarrollo en colaboración y el intento de no trasladar los problemas de el desarrollador a la empresa cliente es una decisión fundamental a la hora del éxito o fracaso de este sistema. Está claro que si una solución de este tipo aporta más inconvenientes que ventajas a la pyme no optará por este sistema. El software en la nube tiene una flexibilidad que abre las puertas a la pequeña empresa de soluciones accesibles hasta ahora para grandes corporaciones. Si a ello le unimos el concepto de pago por uso no encontraremos con una solución ideal para las pymes por su coste y su rentabilidad.
Esperemos a ver en que queda todo esto y si los gigantes del sector permiten el desarrollo estándar del sistema y no acaban imponiendo "su estándar" como ha ocurrido en otros momentos y sectores, como ocurrió por ejemplo con Internet Explorer y el sector de los navegadores. En definitiva se trata de que el todo no se confunda con las partes, así todos saldremos ganando y la nube ganará en adeptos, flexibilidad y rentabilidad.
Más Información | Manifiesto Open Cloud