Una de las cuestiones que nos puede ayudar a organizar nuestra agenda, nuestro día a día en el trabajo son los gestores de tareas. Prioriza el trabajo y consigue que las cuestiones más importantes del día no se queden en el tintero por realizar esas otras que son más sencillas y a la vez menos prioritarias.
Los gestores de tareas son programas muy sencillos que nos permiten organizar nuestras tareas de forma simple. Por lo general, en esta limitación radica su gran virtud, puesto que no tienen que ocupar mucho tiempo en la organización, poco más de poner el nombre de la tarea y su prioridad. Me gustan especialmente cuando se integran con cualquier otro programa de uso habitual en la empresa, ya sea una agenda, un navegador web o cualquier programa, más que programas que funcionen de forma independiente. En este sentido, el único extra que les pido es que nos avisen del incumplimiento de las tareas, de forma discreta, basta un flash emergente que desaparezca.
Utilizar un gestor de este tipo puede suponer una buena mejora en la productividad de la empresa. Por lo que lo he utilizado puedo decir que no es para todo el mundo. No todas las personas trabajamos igual, y en este sentido, nos ayuda sobre todo a focalizar nuestra atención en las tareas más importantes que tenemos pendientes.
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