Dentro de las redes sociales la más utilizada y conocida tanto por usuarios como por empresas es sin duda Facebook. Es una herramienta de comunicación básica para muchas pymes, de manera que tienen un canal sencillo para dar a conocer las novedades de sus empresas. Tanto es así, que para muchas Facebook se ha convertido en un servicio imprescindible.
Tanto que para muchas es mucho más utilizado que Google, no el buscador, sino los servicios de anuncios del mismo, Google +, Google Maps y similares. Si miramos en las pequeñas empresas y negocios, Facebook se ha convertido en una herramienta de uso diario. Cuestión a parte es el tiempo que tenemos que dedicar al canal.
Facebook en la empresa, cuando menos es más
El principal motivo que muchas empresas tienen para usar la red social es la facilidad de manejo y para actualizar los contenidos. Mientras que muchos no saben poner un anuncio en Google Adwords, darse de alta en Google Maps o crear contenidos y gestionar un blog, la mayoría si tiene los conocimientos necesarios para utilizar Facebook.
Otra cuestión es que la comunicación de la empresa se lleve adecuadamente, que muchas veces se confunde y se trata como si fuera una cuenta personal. Lo mismo podríamos decir de los objetivos a lograr con nuestra presencia en las redes sociales, que muchas veces o no están definidos o lo están vagamente.
No es la primera empresa que conozco que no tiene una página web, pero si tiene página de Facebook. Para muchas resulta mucho más sencillo reunir en la red social toda la información de su negocio, como horarios, teléfonos, ubicación, etc. así como las novedades de sus catálogos, productos, consejos, trucos, etc.
Y además tienen la posibilidad de comentar con los clientes, ver la aceptación que tienen los nuevos productos, hacer sorteos, crear un mayor compromiso entre el cliente y la empresa, que de otra forma seguramente no tendrían, ya que la mayoría de ellos no actualizaría un blog de empresa o tendría una web actualizada.
Algunos peligros del abuso de Facebook en la pyme
Por último, son varios los peligros que tiene el uso y el abuso de la red social en las empresas de este tipo. Por un lado se tiende a confundir seguidores con clientes, cuando no siempre es así. Acabamos por dar más importancia a las opiniones que nos muestran los seguidores en Facebook sobre un producto, por ejemplo, que a lo que nos muestran sus cifras de venta, por ejemplo.
Tenemos la también la tentación de dedicar más tiempo del necesario a la gestión de las redes sociales, cuando el foco tendría que estar puesto en nuestro negocio. Esto suele ir acompañado de una falta de objetivos en la propia red social.
Por lo tanto tenemos que darle la dimensión adecuada al Facebook de nuestra empresa. Aprovechar sus ventajas, pero intentar no abusar de su uso, que nos puede llevar a perder clientes y prestar menos atención a otros aspectos importantes de nuestro negocio.
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