Como no podía ser de otra forma, los buenos propósitos de año nuevo también se pueden aplicar en las empresas. Tal vez no dejemos de fumar, ni perdamos esos kilos de mas que nos sobran y mucho menos vamos a ordenar nuestro escritorio de la oficina, pero lo que si deberíamos replantearnos es nuestra estrategia tecnológica.
Os damos algunas pistas de lo que podrían ser buenos propósitos para cualquier Pyme, el renovarse o morir de toda la vida aplicado al mundo empresarial.
Actualizar la página web de la empresa, no sólo el contenido de la misma, también deberíamos cuidar las nuevas tendencias de diseño y programación actuales. Una web desfasada en todos los sentidos puede provocar un deterioro de la imagen de nuestro negocio, del mismo modo que no seguir algunos estándares de usabilidad o nuevos canales de promoción como la navegación a través de terminales móviles pueden suponer una pérdida considerable de clientes potenciales.
Buscar alternativas a los programas que utilizamos, para ahorrar dinero, podemos intentarlo con el software libre e incluso con aplicaciones SaaS. Se trata de realizar pruebas y dejarse asesorar por expertos de cada campo. No porqué haga diez años que utilizamos la misma solución significa que sea la mejor o la que realmente necesitamos a día de hoy. Se debe comparar el precio y costes de un producto o servicio asociado al mismo. Replantear contratos de mantenimiento, actualización de versiones, etc.
Actualizar los componentes y equipo de nuestro sistema informático, podemos realizar algunas mejoras bastante simples y relativamente económicas que nos ofrecerán una mejora en el rendimiento de nuestros equipos como podría ser una ampliación de memoria ram, una impresora en red para centralizar la impresión de documentos desde distintos equipos, una torre con menor consumo energético e incluso la implantación de un sistema con thin-clients.
Mantenimiento preventivo, tanto a nivel de software como en hardware. El tiempo de respuesta del servicio técnico es importante, no obstante resulta mas efectivo evitar, en la medida de lo posible, que se produzca un error, se trata de una inversión en tranquilidad.
La formación es un punto muy relacionado con el ahorro, aunque pueda parecer todo lo contrario a primera vista. Se trata, de nuevo, de una inversión que nos ayudará a ser mas eficientes y a conocer las posibilidades de cada herramienta, optimizando el rendimiento y por lo tanto mejorando nuestros resultados ya sea en menor tiempo de ejecución en algunas tareas o bien en menor número de incidencias técnicas (las típicas dudas de cómo se hace eso o lo otro).
Pueden parecer tópicos, pero si se repiten y se habla de ellos a menudo tal vez tengan algo de razón. ¿Cuál de éstos propósitos vamos a seguir? O tal vez nos queréis contar los vuestros.
Fotografía | theilr