Un profesional por cuenta propia no dedica ocho horas diarias a su trabajo. Por lo general son muchas más las horas de trabajo y sin embargo las dedicadas a lo que tiene que ver estrictamente con ejercer su profesión suelen ser muchas menos. Pero ¿cuánto tiempo dedica un freelance a la gestión y cuánto a su actividad productiva?
Pongamos el caso de un diseñador gráfico. Podríamos decir que su actividad productiva tiene que ver con realizar un diseño, pongamos de un logo. Las horas que pasa ideando, dibujando, hasta dar con el resultado final son las horas productivas. ¿Qué porcentaje representan del total del proyecto?
Trabajado más horas que un reloj
Porque luego hay que dedicar otra serie de horas a reunirnos con el cliente, ver la idea que el tiene, revisar el proyecto, etc. Y otra serie de horas en muchos casos a intentar cobrar el trabajo realizado, algo a lo que muchas veces le tenemos que dedicar más trabajo del que sería aconsejable.
Todo el día trabajando y pocos trabajos acabados al final del día
Y luego tendremos otra serie de horas dedicadas a encontrar nuevos clientes, a crear nuestra marca personal, a realizar networking, en definitiva a sembrar para poder recoger resultados en un futuro.
Para finalizar nos queda todo lo que tiene que ver con la organización de nuestra actividad, como los aspectos legales, fiscales, etc. que también nos llevan su tiempo semanalmente. De esta forma al final del día nos damos cuenta que el porcentaje de horas que hemos dedicado realmente a nuestro trabajo es mínimo.
Lo cuantifico, luego puedo optimizar el tiempo
Es importante poder medir todo este tiempo, tener nuestro pequeño informe de horas trabajadas, horas útiles dedicadas a un proyecto que podemos facturar y las totales que le hemos dedicado. De esta forma también podremos identificar a nuestros clientes más valiosos, que no necesariamente son a los que más facturamos.
Tenemos multitud de aplicaciones disponibles para medir estos tiempos, desde aplicaciones de tracking, especializadas en medir el tiempo, hasta otras de organización personal tipo GTD o Pomodoro, como CRM o un simple calendario donde vamos anotando a qué dedicamos el tiempo de cada día.
Con todo estos datos podemos saber a cuanto sale nuestra horas de trabajo, a cuánto nuestra hora trabajada, si nos interesa contratar a un gestor que se ocupe de los asuntos fiscales o si invertir en herramientas más eficaces es un gasto o una inversión.
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