De la presión y opresión sindical

De la presión y opresión sindical
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Siempre me he realizado la misma pregunta, si aquellos que dicen hablar en nombre “del pueblo”, siempre numéricamente son minoría, ¿cómo pueden decir que hablan en nombre de nadie más que el de ellos mismos? Eso me lleva a denunciar una vez más la injusta opresión a la que someten a los empresarios (y a la sociedad en general, que no sea la que está de su bando por supuesto) los sindicatos.

Me explico, dicen que son mayoría, que el pueblo quiere esto o que el pueblo quiere aquello, dicen que lo hacen por todos, pero la única realidad es que en cualquier votación que se realice, sus opciones siempre obtienen resultados minoritarios.

Yo cuando expongo mis opiniones sobre el mundo de la empresa o lo que sea, no pretendo tener la verdad, simplemente pretendo tener mi verdad y es la que defiendo. Y es obvio y legítimo que hable de ella e incluso que pretenda presionar para que a una mayoría le seduzca mi opción, pero presionar e intentar seducir, no es oprimir.

Y oprimir e imponer por la fuerza, es lo que hacen estas organizaciones o cualquier opción minoritaria que no acepta que es una minoría, y como escuche una vez, entonces para no cortarse las venas viendo su soledad, presos de desesperación, deciden hablar y comportarse desde una supuesta y pretendida superioridad moral.

Los sindicatos, los neoliberales, los nacionalistas, los ricos, pobres, los pequeños autónomos de derechas o los grandes empresarios de izquierdas, los defensores de lo medioambiental o los amantes de lo nuclear, todos, ¡todos!, tienen y tenemos derecho a expresarnos y exponer nuestras ideas, e incluso como he dicho intentar seducir a la mayoría con las propuestas de cada uno. Pero seducir a golpe de piedra, de huelgas salvajes y de barricadas, no creo que sea precisamente lo que hacen los que dicen defender los (sus) “derechos” laborales.

En Pymes y autónomos | ¿Sindicatos?, los cazadores cazados
Imagen | bea y fredi

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