One Time Secret, sólo para tus ojos

One Time Secret, sólo para tus ojos
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HOY SE HABLA DE

En estos tiempos de LOPDs, de espionaje industrial, de exceso de información, siempre he venido recomendando la adquisición y uso de una buena destructora de papel, así como de un uso exquisito del cifrado y de la ciberhigiene en nuestros equipos informáticos. Claro que, en ocasiones, el punto débil de nuestra información no está a nuestro alcance, si no en el de los destinatarios de nuestras comunicaciones. De ahí que haya campo para aplicaciones como One Time Secret en el ámbito de la privacidad.

Tal y como nos comentan en Genbeta, hemos de ser conscientes de que hay numerosos correos electrónicos nuestros danzando por ahí. Y es posible que los destinatarios, con toda su buena voluntad, no sean lo discretos que debieran. Frente a ello, tenemos la alternativa que nos ofrece esta aplicación en fase beta, una suerte de mensajes que se autodestruyen tras ser visionados.

La idea es que One Time Secret, a través de su web, convierte/aloja el texto en un link, un enlace web que podemos enviar desde la propia aplicación o pegar en el mail que enviamos a nuestro destinatario. Puede incluso ser cifrado con una contraseña. El enlace de acceso es válido durante 48 horas, en las cuales se podrá acceder al texto. Una vez se haga, no se pude repetir, destruyéndose la información, y enviándose una confirmación de lectura al emisor.

Los creadores de la aplicación web defienden su seguridad frente a suspicacias varias. Pero es evidente que si nuestro destinatario lo imprime o graba la pantalla, esto no vale de nada. Digamos que nos sirve como método para personas de confianza, pero de cuya meticulosidad en la eliminación de la información no se quiere depender.

¿En qué tipo de correos estoy pensando? En los que cita Javier Muñoz en esta entrada.

“Me voy a buscar un lío por decirte esto, pero …”
“Borra este correo inmediatamente.”
“Realmente no debía poner esto por escrito.”
“No comentes esto con Fulano.” O bien, “No reenvíes esto a Mengano.”
“No habrá forma de que se entere/n.”
“Vamos a hacerlo esta vez de manera diferente.”
“Se supone que yo no debería estar al corriente de esto, pero …”
“Mejor será no tratar este tema por correo electrónico. Llámame por teléfono, por favor.”
“No preguntes. Mejor que no lo sepas.”
“¿Es esto realmente legal?”

Claro que, pensándolo friamente, el mejor sistema en este caso es no redactarlos.

Vía | Genbeta
En Pymes y Autónomos | Facebook: ¿Un problema de seguridad para las pymes?
Más información | Blog de One Time Secret
Imagen | amysphere

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