Desde el año 2008 las ventas de los comercios minoristas han experimentado un fuerte retroceso, que se ha mantenido hasta el pasado ejercicio de 2013 que se saldó con un retroceso del 3,4 %, pero que analizándolo desde una perspectiva mensual denotó un cambio de tendencia en el mes de noviembre, cuando aumentaron un 2 %, lo que nos indica que tal vez sea este el último año de crisis para el sector.
Este dato, que sin lugar a dudas es muy positivo, hay que cogerlo con pinzas porque un aumento de la facturación no tiene por qué traducirse directamente en una mejora de los resultados, ya que también debemos prestar atención a la evolución de los costes, los precios de venta de los diferentes artículos, y por ende, a los márgenes.
De manera que a pesar de que algunos negocios han mejorado sus ventas, su situación financiera es si cabe más complicada, lo les sigue situando en una posición demasiado débil como para aseverar que su particular crisis ha terminado.
Dentro de este análisis sería muy importante analizar cuánto podrían crecer las ventas, porque en las circunstancias actuales, con unos márgenes tan ajustados y una presión fiscal creciente, la verdadera salida de la crisis solo se podría experimentar con un fuerte incremento de la facturación.
En Pymes y Autónomos | Las ventas minoristas retroceden casi un 13% en el pasado mes de septiembre Imagen | Peribanyez