Los ladrones de tiempo son uno de los enemigos de la productividad. Muchos luchan para combatirlos y para ello el primer paso es identificarlos. El correo electrónico o las redes sociales han sido muchas veces un pozo de horas en las empresas. Pero a ellos se ha sumado últimamente WhatsApp como uno de los ladrones de tiempo más peligrosos en las empresas.
Porque reúne muchas de las características que se daban en otros ladrones de tiempo. Además en muchas organizaciones ya se utiliza WhatsApp Web, como si fuera otra herramienta más de comunicación con clientes. Parece que estamos trabajando, pero en realidad solo estamos perdiendo el tiempo.
WhatsApp es una herramienta de comunicación, pero muchas veces resulta ineficaz. No es interesante enviar una cadena de mensajes con un cliente, cuando lo más rápido sería llamarle, aclarar una serie de puntos y zanjar el tema en un par de minutos. Esto se puede convertir en una cadena de mensajes infinita a lo largo del día.
Por otro lado tiene también algo de red social. Es peor todavía si no se ha separado vida personal y laboral. Si no utilizamos WhatsApp para empresas corremos el riesgo de recibir mensajes privados, peor todavía si estamos en un grupo de múltiples personas donde no paran de entrar mensajes. Y esto solo introduce ruido en la conversación, donde al final no sabemos que tenemos pendiente con los clientes. Y si entramos a revisar mensajes esos cinco minutos se pueden convertir en mucho más tiempo sin darnos cuenta.
WhatsApp tanto si lo utilizamos en el teléfono como desde el ordenador nos abre una ventana a la distracción. Puede ser de gran utilidad para concertar citas, intercambiar documentos de forma rápida, etc. Pero si lo utilizamos mal, estamos convirtiendo una herramienta ágil en un pozo de horas improductivas.
En Pymes y Autónomos | No te metas en el WhatsApp de tu cliente, no te metas por favor
Imagen | arivera