La salida de la crisis económica además de ser desigual está provocando ciertas tensiones. Hay sectores donde es muy fácil encontrar profesionales y otros donde ya es más complicado cubrir vacantes. En este sentido hay varias estrategias que tu empresa puede seguir. Se pueden pagar mejores salarios, algo más competitivos que la media del mercado para atraer a los mejores candidatos, pero si esta circunstancia tu empresa tiene que seducir para captar talento.
Porque simplemente alguien que ya está en otra empresa no va a cambiar por el mismo salario, simplemente por la incertidumbre de saber si encajará o no en la nueva organización. Este algo más que seduzca a los candidatos muchas veces es la responsabilidad, un cultura empresarial y un trabajo en equipo, un proyecto de futuro profesional que el candidato tiene que valorar.
En otras ocasiones no queda más remedio que tirar de los junior. Y no lo digo aquí como algo despectivo, ojo. El único pecado que comenten estos trabajadores es falta de experiencia, algo que se cura con el tiempo. Confiar en trabajadores que no tengan la experiencia acreditada, pero que sean competentes, puede ser una buena apuesta. Especialmente si se mezclan con otros perfiles más veteranos que se encarguen de aportar lo que a ellos les puede faltar.
Es cierto que con el tiempo estos trabajadores, una vez que han adquirido experiencia pueden dar el salto a otra empresa en busca de un salario más competitivo. Es un riesgo, pero nuestra empresa también tiene que ofrecer más a estos junior que han crecido con nuestra empresa. Más responsabilidad, más oportunidades de definir la cultura corporativa, de compartir su trabajo y mostrárselo a otros.
Esta cultura corporativa de mostrar lo que hace nuestra empresa, de ver como cuida de sus empleados o cómo ayuda a que crezcan profesionalmente servirá para atraer a otros trabajadores, para seducirlos y que venga a demostrar su talento a nuestra empresa.
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