Negocios al límite (I): Peluquería D2, Vicálvaro

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El pasado domingo Cuatro estrenó su programa de coaching para empresas en la cuerda floja, Negocios al límite, del que ya habíamos comentado algo en este blog. En esta ocasión la empresa elegida era la peluquería D2 de Vicálvaro y, la verdad, más allá del share (algo más del 6%) no se puede decir que fuese un buen estreno. Lo podéis volver a ver aquí.

Este primer post va a ser algo especial, ya que más allá de comentar el caso en concreto (con las limitaciones que luego veremos), repasaremos la concepción general del programa, de su presentadora, y valoraremos las perspectivas de futuro del mismo.

¿Se toma Cuatro en serio el mundo de las empresas?

Vaya por delante mi máximo respeto para la presentadora del programa, Beatriz de la Iglesia, pero creo que no da el perfil adecuado para el mismo. En este sentido no ese extraño encontrar opiniones en la red, o en los medios de comunicación, acerca de que le falta punch, de que no acaba de romper, de imponer su personalidad. Los Ramsey o Chicotes tienen sombras alargadas, y las comparaciones resultan odiosas. Y sí, coincido con estas apreciaciones pero es que creo que su perfil no es conveniente por algo más.

Beatriz de la Iglesia, la coach, tiene como nombre "real" Beatriz Rodriguez Casado, aunque también gusta de llamarse Beatriz Alhada. No voy a ser yo el que critique el uso de seudónimos o nicks variados precisamente, aunque en este caso no acabo de entenderlo, pero lo señalo para conocer su perfil profesional, que podemos extraer de su web (a la que acaba de redenominar con su nueva marca personal), su Facebook o de su página en Linkedin.

Por lo que veo en su perfil profesional Beatriz se dedicó al marketing en La Vaca Argentina durante años, para acabar desembocando en el mundo del coaching. Y que queréis que os diga, si en el coaching en general hay mucho vaporware, mucho humo, cuando veo en el perfil de su web que dentro de los servicios que presta esta el Reiki, con todo el rollo sobre los chakras y demás me pongo nervioso.

Me acuerdo entonces de Vicens Castellano y Ajuste de Cuentas. Vicens también iba un poco de ese rollo coach, pero había una base de conocimientos financieros, y además, al menos formalmente contaba con un equipo de apoyo delante y detrás del programa. Y eso es algo de lo que este programa, a primera vista, carece.

¿Alguien se imagina que, en vez de Chicote se planta en una cocina de las de su programa un psicoterapeuta? De verdad, teniendo en cuenta que el decano de este tipo de programas en España era de Cuatro, el mencionado Ajuste de Cuentas, sorprende que en Cuatro no se lo tomen más en serio, y no sean capaces de coger el tono a un programa de este tipo. Les está pasando con éste y les ocurrió con La Incubadora.

D2, la peluquería del horror

Respecto del caso en cuestión, muy poca chicha la verdad. Una peluquería, D2 en Vicálvaro, que su propietario, un tío que profesionalmente no parece manco, ha dejado de la mano de Dios pues dice que ha tenido que ayudar en el salón de su madre. Dicho abandono deja el local en manos de la plantilla, tres peluqueras que no se llevan especialmente bien entre ellas, sin una jerarquía clara, cayendo todo en el puro caos. La mugre, la falta de control, el despilfarro, se ven por cada esquina.

Evidentemente cuando vuelve Roberto, el empresario-peluquero, el equipo no le admite como líder, ante los problemas económicos evidentes (se menciona de pasada una deuda externa, otra con los padres, y perdidas de unos 1500 euros mensuales desde el 2010, pero no se vuelve a saber nada de ello), su deficit de gestión de equipos, etc.....

Podría seguir y seguir y seguir sobre los problemas del negocio, pero prefiero centrarme en los problemas del programa. Tienen 60 días para solucionar este desaguisado, y en el programa apenas se ve nada más allá del momento horror de los horrores, el rollo emotivo con la madre, la confrontación con el trabajo de un peluquero como Cerdán o con las limitaciones de su equipo en una prueba bajo presión. A eso lo salpimentamos con un reparto de folletos en las piscinas del pueblo. Todo eso lo batimos y tiene como resultado que todo se arregla al final tras una mano de pintura.

Eso es imposible, y de hecho el negocio figura en traspaso en Milanuncios o en Idealista. Por cierto, que esa referencia a "facturación rentable" en los anuncios después de haber visto el programa debe ser una broma, y me ratifica en lo dudoso, tremendamente dudoso que es la operativa de traspaso de negocios en España.

No hay un estudio económico-financiero del negocio, no hay una estrategia de marketing del mismo, no se muestra un trabajo real sobre el equipo, no se marcan procesos, no se...¿por dónde empezar para denunciar las carencias de este programa?

Ojalá me equivoque pero Negocios al límite es un programa al limite. Hay grabados cinco programas y tengo dudas sobre la continuidad más allá de los mismos.

¿Algún coach que les eche un capote a los de la productora?

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