La productividad navegando por redes sociales

La productividad navegando por redes sociales
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Los estudios que sacan las distintas universidades no dejan de ser un choque continuo de trenes. Mientras por una parte oimos constantemente que despistar nuestra atención disminuye la capacidad de la curva de concentración, y aquí se recomienda restringir el acceso a páginas lúdicas en el entorno laboral.

Por otra parte se afirma justo lo contrario: navegar por Twitter, Facebook o Youtube durante la jornada laboral aumenta la productividad de los empleados. En definitiva, ni todo puede ser blanco, ni todo negro, y creo que aquí cada empleado tiene mucho que decir. No conozco dos personas que tengan la misma curva de concentración. Hay personas que se concentran mejor al principio de la jornada, otras en el centro y otras al final. Por otra parte, la velocidad de readaptación de la mente al trabajo es un campo que presenta una difícil homogeneización. Se conoce demasiado poco el cerebro y sus mecanismos como para dictar patrones estándar para todos nosotros.

Creo que la clave y la solución a este problema eterno pasa por dos factores desde la empresa hacia el propio trabajador. Estos factores tienen que ser confianza y responsabilidad. Confianza para poder permitir un grado de libertad a cada trabajador dentro del desempeño de sus propias funciones laborales y responsabilidad, puesto que cada individuo que tenga un cierto grado de libertad, querrá mantenerla a costa de cumplir bien sus obligaciones.

Encontrar este equilibrio individual en cada trabajador es complicado, pero es la mejor solución. Puede ser que haya empleados que desempeñen perfectamente sus tareas diarias navegando en simultaneo por Twitter o Facebook, a la par que otros no darán pie con bola.

Dale a cada trabajador la posibilidad de escoger cómo quiere diseñar su jornada y márcale un grado de libertad de tal forma que sea consecuente con su propio trabajo. Cada cual llegará hasta donde pueda llegar. Estoy seguro que es la mejor fórmula, antes que prohibir determinadas prácticas o permitirlas y hacerlas una norma.

Vía | Enrique Dans Imagen | Imrishale En Pymes y Autónomos | La jornada ha muerto, viva el rendimiento

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