Horarios atípicos: ventajas desde el lado de la oferta

Horarios atípicos: ventajas desde el lado de la oferta
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Hace unos días Remo tocaba un tema candente en este post: El problema de los horarios laborales. Poco después, Miguel, en El Blog Salmón, ampliaba el tema, desde una visión más generalista y macro en este otro, Liberalización del horario comercial: ¿solución a la crisis? Os los recomiendo. Y como no hay dos son tres, me gustaría tratar este tema desde una óptica diferente a la contemplada.

Y es que, en esencia se trata el tema desde las ventajas que tiene para los consumidores y la economía, las desventajas que ofrece a los trabajadores, y el mix de oportunidades y amenazas que supone para la propia empresa. El planteamiento es correcto y realista. Pero creo que podemos ir más allá, especialmente cuando dejamos de abordar dicha cuestión cómo un imperativo de la demanda y lo hacemos como si fuese un elemento competitivo, algo que surge desde el lado de la oferta, motu propio. Y, curiosamente, un excompañero de blog me ha puesto sobre la pista del lado sonriente de la desregulación horaria (por llamarlo de algún modo).

Me refiero a Seidenbaum, que escribió en su momento en este blog. Pues bien, como pequeño empresario tomó la decisión de modificar radicalmente los horarios de trabajo de su equipo (se que es un tanto atípico, pero quedaros con el mensaje).

Esa experiencia hizo ver a los demás del equipo de desarrollo las ventajas de trabajar por las noches. Con ese empujón y como a mi me gusta más, les propuse que los horarios nuevos serían de 23:00-0:00 a 7:00-8:00 de Lunes a Jueves. No habría aumento de sueldo, pero trabajarían un día menos.

Tengo alguna experiencia al respecto. Me refiero a trabajar en horarios atípicos. Y efectivamente en ocasiones pueden dar buenos resultados. ¿Qué aspectos destacaría de los mismos?

  • No se si lo de los biorritmos tiene base científica, pero en mi caso mi punta de productividad/creatividad se sitúa entre las 6 y las 10 de la noche. Soy vespertino, que le vamos a hacer. Pero me consta que no todo el mundo es asi. Yo lo descubrí en la Universidad y lo he constatado en el trabajo. ¿Sabemos cuales son los biorritmos de nuestra gente?, ¿pueden amoldar su carga de trabajo en función de los mismos? Muchos de los horarios que tenemos son un standard que en cierto modo sacrifican grandes potencialidades, en aras de un consenso grupal. Deeberíamos estudiarlo.
  • A deshoras las interrupciones son mínimas. No hay llamadas, no hay mails, no hay ladrones de tiempo. Es sorprendente como el tiempo parece estirarse en esos momentos. Claro que tiene también su lado negativo. Tampoco hay mucha gente con la que interactuar si necesitamos algo. Ponte a pedir ayuda técnica, a contactar con la Administración a las 7 de la mañana.
  • El descanso se complica, las relaciones sociales se dificultan, si hay familia de por medio se torna muy complicado. En ocasiones funciona como un imán de frikis. Es muy difícil mantener estas iniciativas a largo plazo. El entorno presiona duramente contra ellas.

¿Habéis tenido experiencias al respecto?

En Pymes y autónomos | El problema de los horarios en el comercio minorista
En El Blog Salmón | Liberalización del horario comercial: ¿solución a la crisis?
Más información | inforchess
Imagen | Street Spirit

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