Empleados zombis, ¿por qué se pierde el interés por el trabajo?

Empleados zombis, ¿por qué se pierde el interés por el trabajo?
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Llegamos a una empresa. Nos acaban de contratar y todo es entusiasmo. Queremos aportar lo mejor de nosotros mismos, pero con el paso del tiempo esa pasión inicial se pierde. No se trata de una caída del rendimiento, pero si de una apatía que les convierte poco a poco en empleados zombis que pierden el interés por el trabajo.

No tienen por qué ser malos trabajadores, parecen tener un buen rendimiento, trabajan las horas que toca o si hay que echar una mano en momentos puntuales lo hacen quedándose más horas. En las reuniones aportan ideas, pero poco a poco trabajan con una agobio que les impiden tener el impulso inicial con el que llegaron a la empresa. Y sin embargo están a un paso de cambiar de empleo.

Empleados sin pasión en el trabajo

Hay algunas cuestiones que se pueden implantar en el trabajo para evitar que se pierda este interés. Un ejemplo es tratar a todos los empleados por igual, cuando no todos lo son. De esta forma el empleado que se esfuerza por mejorar, no sólo él sino también la organización se encontrará en poco tiempo frustrado. Se le valora igual que aquel que no aporta nada o cumple sus ocho horas sin más.

Trabajar sin pasión nos convierte en empleados zombis

También es muy importante reconocer los logros de nuestros empleados. Si hemos estado trabajando en un proyecto importante que ha salido bien, reunir a todo el equipo y felicitarlos es algo fácil de hacer y que reconfortará a todos por sus esfuerzo. Si alguien ha destaco por encima de los demás, es bueno mencionarlo en esta reunión.

Ocupar todo el tiempo de los empleados con trabajo relativo de la empresa. Siempre tiene que existir una cuota para que pueda formarse, mejorar en algún ámbito, crecer como profesional, mejorar en algún proyecto, para lo cual se necesita investigar y desarrollarlo con tranquilidad. Luego veremos que aplicación tiene en nuestra empresa. Es importante incentivarlo, pero también que esté tutelado para que sea algo útil, para el crecimiento del empleado y de la empresa.

Por último es importante saber que tenemos algún futuro profesional por delante. El techo de cristal que muchos trabajadores sienten que existe, que ya han llegado al máximo ascenso posible, supone una frustración a sus expectativas. Y un motivo para cambiar de empresa a medio o largo plazo.

Cuidar a los empleados como activos de la empresa

Preocuparse por los empleados tiene que ir un poco más allá de la propia cortesía. Ayudarles en la medida de lo posible a conciliar la vida personal y profesional es de gran ayuda. El empleado no sólo se siente más valorado, sino que además puede ser una mejora salarial importante al no tener que dedicar recursos a clases extraescolares, guarderías, canguros, etc. cuando se tienen hijos.

Horarios más cortos, a ser posible continuos, posibilidad de trabajar desde casa en determinadas condiciones, alargar los fines de semana evitando trabajar los viernes por la tarde son pequeños detalles que pueden ayudar a mejorar las condiciones de nuestro puesto de trabajo. Y hacer que los empleados lo valoren mucho más.

Por último es muy importante facilitar a los empleados información general de la marcha de la empresa, sus planes estratégicos, en qué áreas se van a focalizar los esfuerzos, etc. Se trata de que todo el mundo se sienta partícipe de los éxitos de la empresa y aporte su granito de arena para conseguirlo.

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Imagen | geric10

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