¿Qué supone para el empresario avalar a su empresa?

¿Qué supone para el empresario avalar a su empresa?
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Cuando una empresa atraviesa dificultades económicas, suele acudir a las entidades bancarias a negociar sus préstamos o a constituir unos nuevos. Para conseguir financiación, es fundamental el tener un aval que garantice al acreedor el cobro de la deuda.

Si la empresa no tiene patrimonio, los avalistas suelen ser los propios socios, que responden con sus propios bienes de la devolución del capital y los intereses, asumiendo así el riesgo de la operación. También es posible que el aval sea una propiedad, que pasaría a manos del acreedor si no se cumple el contrato.

El aval personal supone un riesgo mayor que el patrimonial. El socio que responde personalmente de una deuda puede arrastrar la misma, poniendo en peligro todo lo que tiene, hasta que la deuda se extinga.

La garantía del socio que aporta el aval se extingue cuando la empresa liquida la deuda o si ésta se condona; por compensación o por novación (cambio en las condiciones del préstamo que liberaría al avalista de su papel). Si el que avala fallece sin que la deuda haya sido satisfecha, la garantía no se extingue sino que pasa a sus herederos.

El aval personal es solidario, es decir, asume la misma responsabilidad que el propio deudor en caso de impago. Si la empresa deja de pagar su deuda, el acreedor puede ejecutar el aval ofrecido por el socio. Éste sufrirá las consecuencias del impago de manera inmediata, sin necesidad de que el acreedor ejerza acciones en primer lugar sobre el patrimonio de la empresa.

En Pymes y Autónomos | Financiación en tiempos de crisis (I): el papel de las sociedades de garantía recíproca Imagen | 401(K) 2013

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