Uno de los puntos más importantes actualmente para muchas empresas es que muchas de sus operaciones se lleven finalmente a cabo a pesar de que se realicen a distintos plazos establecidos previamente por las partes contratantes.
Habitualmente muchos de nosotros podemos acordar pagos a 30 ó 60 días, pero ahora mismo en tiempos de crisis lo más importante es que se cumplan esos plazos y no perdamos flujos de caja que en el fondo es lo que mantiene adelante nuestra empresa. La Unión Europea sabiendo de esta situación y de la posibilidad de mucha picaresca y el retraso o morosidad de muchas de estas operaciones comerciales ha creado una nueva directiva que se tendrá que adaptar por tanto a cada una de las situaciones legales actuales de los distintos países de la Unión.
Esta directiva que fue aprobada el 8 de Abril por la Comisión Europea pretende sobre todo luchar contra la morosidad en dichas opreaciones comerciales que hasta la fecha estaban reguladas por una antigua Directiva, la 2000/35/CE.
La verdad es que revisando un poco la idea que defiende esta nueva directiva sobre todo pretende defendender a las pymes en el marco principal de la innovación desde el punto de vista del control, dando una mayor obligación a las Administraciones Públicas a pagar sus facturas en un plazo máximo de 30, algo que sabemos que no siempre ocurre y sobre todo en España esto ocurre en los Ayundamientos.
Una buena idea que esperemos que se aplique a la realidad de las empresas, algo tan importante el conseguir cobrar nuestras deudas comerciales hoy en día como puede ser el hecho de conseguir nuevas ofertas y proyectos.
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