¿Quién crea empresas hoy en día? [Humor]

¿Quién crea empresas hoy en día? [Humor]
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Roberto estaba sentado esperando ser atendido por un amable caballero, que se había ausentado un momento para mover algo de papeleo. Cuando este llegó, comunicó su consulta ante la atónita mirada de su interlocutor: "Buenos días, me gustaría saber el proceso que debo seguir para abrir una empresa".

Repitió la pregunta ante la falta de respuesta, pero esto no ayudó mucho pues el señor que debería escuchar comenzó a mirar a los lados, al techo y debajo de la mesa. Solo entonces respondió: "Tiene que estar de coña ¿verdad?"

El hombre sonrió y señaló con el dedo a Roberto mientras guiñaba un ojo "ahhh ¡Una cámara oculta! jaja, muy bueno, muy bueno". Se levantó de su silla y, con las manos apoyadas en su cadera, avanzó sonriente hacia la puerta de salida mirando el techo y las esquinas.

  • ...señor... ¡Señor! ¿Puede ayudarme? - Roberto levantó el tono, no sin sentirse incómodo.
  • Pero ¿está hablando en serio? - la sonrisa desapareció repentinamente de su cara y corrió a sentarse con notoria preocupación.
  • Si, claro. Voy a abrir un negocio en la localidad y querría que me guiara por...
  • ... usted sabe lo de la crisis y eso ¿no?
  • ¿Por quién me toma? ¡Claro que lo sé!
  • Y sabe la cantidad de negocios que se cierran cada día ¿verdad?
  • Mire, le estoy hablando de que quiero crear una empresa en esta localidad y usted parece más asustado que yo.
  • ¡Eso es lo preocupante! Aquí nadie crea empresas hoy en día.
  • Pues yo si. Quiero hacerlo...

Roberto se quedó con la palabra en la boca, mientras el caballero se alejaba de la mesa con las manos en la cabeza de manera algo descortés. "¡Chicos, quieren abrir una empresa!" exclamó hacia el interior de las dependencias, tras lo que se escucharon carcajadas y respuestas del estilo: "y una mierda, no nos pillas", "tienes que estar de coña" o "¿y eso cómo se hacía?".

Todo esto causó cierta desconfianza en Roberto, de modo que cuando se vio rodeado de extraños sorprendidos sintió ganas de huir. En cuanto algunos comenzaron a sacarle fotos con el móvil, decidió salir de allí con una carrera histérica.

Ya en el exterior se sentó en un banco apoyando los codos en sus rodillas y mirando al suelo. Trataba de reflexionar sobre lo que acababa de pasar, aunque tras unos segundos una moneda fue depositada delante de él. Inmediatamente fue increpado por una señora con cara de dignidad supina: "Búsquese un trabajo, vago".

En ese momento, la frustración hizo mella en su mente. Quiso reaccionar, pero solo pensar en volver a solicitar información le quitaba toda la poca motivación que pudiera quedarle. Al día siguiente fue a la cola del INEM y cuando fue atendido preguntó por si había algo para él.

La señorita que le atendió quedó perpleja y preguntó "¿Trabajo? debes estar de coña. Sabes lo de la crisis ¿verdad?" Roberto se levantó y mandó a todo el mundo a la mierda.

La última vez que se le vio, estaba comprando un billete solo de ida para Alemania mientras un hombre le recriminaba: "No haga eso ¡por dios! En estos momentos hay que quedarse en España para levantar el país!". Dicen que entonces comenzó a soltar espuma por la boca y que luego mordió la pierna del señor. Pobre Roberto...

En Pymes y Autónomos | Humor Imagen | Germán R. Udiz

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