Van apareciendo noticias sobre las posibles medidas que contendría la próxima reforma fiscal en la que el Gobierno está trabajando y que entraría en vigor en el próximo ejercicio. Uno de los aspectos que se van a modificar es el régimen de estimación objetiva del IRPF ¿cómo va a ser en el futuro el régimen de módulos?
La sombra de la sospecha se viene cerniendo sobre este sistema impositivo como uno de los principales causantes del fraude fiscal. En los últimos años se han venido aprobando medidas para acotarlo y rebajar la posibilidad de utilizarlo en operaciones fraudulentas y la próxima norma dará un paso más.
La idea del Gobierno es que sólo puedan acogerse al régimen de módulos aquellas actividades ya contempladas en el mismo pero sólo en aquellas cuyos destinatarios directos sean los consumidores, eliminando por tanto los servicios a empresas.
Por tanto se mantendría el sistema en las actividades de comercio minorista o la hostelería, entre otros. Por contra quedarían prácticamente excluidas las relacionadas con la construcción o el transporte.
Lógicamente al Gobierno no le interesa eliminar los módulos. Es un sistema sencillo para el contribuyente y que genera unos ingresos fijos al Estado, al estar vinculado a una serie de factores inherentes al negocio y no a los resultados reales del mismo.
El posible "trasiego" de facturas entre las empresas acogidas a módulos y sus clientes, también empresas, y los perjuicios que eso le puede acarrear a la recaudación fiscal es lo que pretendería evitar la medida. Algo que en el resto de los casos no se produce.
En Pymes y Autónomos | Nuevas obligaciones formales para el régimen de Módulos a partir de 2014 Imagen | army.arch