Me he retrasado, y ahora ¿qué?

Me he retrasado, y ahora ¿qué?
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HOY SE HABLA DE

El tiempo se te ha echado encima y has incumplido. Te habías comprometido a realizar ese trabajo en un tiempo que en principio te pareció razonable pero no ha podido ser. El exceso de trabajo, una enfermedad o, sencillamente, “le están saliendo los dientes al niño del vecino y llevo un mes sin pegar ojo”, ha hecho que incumplieras el plazo de entrega de un trabajo. Como eres constructivo, tomas buena nota de que has sido realmente optimista a la hora de planificar tu tiempo de trabajo y te prometes que en el futuro serás más cauteloso. Pero, el mal está hecho y ahora debes “salvar” al cliente. ¿Qué hacer?

Lo primero que se nos viene a la cabeza es conceder un descuento pero enseguida piensas que eso puede hacer de menos tu trabajo. No tiene por qué ser así si procedes correctamente, cuidando las formas. Hay que dejarle claro al cliente el motivo por el que se le concede el descuento. Como eres un profesional no alegas excusas y aceptas tu responsabilidad en el retraso y así se lo expones al cliente. Insisto, no alegues excusas. Tanto si son verdaderas como no al cliente le van a sonar a eso, a excusas. El volumen del descuento dependerá de cuántos días de plazo hayas incumplido pero si haces un descuento demasiado alto parecerá como que no valoras tu trabajo. Por otra parte, un descuento demasiado bajo puede parecer ofensivo. En cada sector se manejan determinados porcentajes de descuento por determinados conceptos. Si no tienes claro qué descuento aplicar, consulta a otros profesionales o bucea en los foros Internet para saber cuál puede ser el porcentaje adecuado.

La compensación en forma de descuento está bien y lo más seguro es que el cliente cuente con ella ("es lo menos que podía hacer" pensará el cliente) así que ahora vamos con la segunda parte: la compensación en especie. En la medida que el trabajo que desempeñas lo haga posible, deberías ofrecerle un extra (algo que estaba fuera del trabajo pactado) al cliente a título gratuito. Fíjate que sea algo que le sea de utilidad al cliiente; cuanto más le sorprenda este extra al cliente, más posibilidades tienes de que el cliente te recomiende a otros en vez de que diga que solo has cumplido (que es lo que cabe esperar en el mejor de los casos con el descuento en metálico). Por supuesto el extra en cuestión tampoco puede ser desmesurado en relación con el trabajo realizado.

Resumiendo: compensación en metálico y en especie, pero siempre en proporción al trabajo principal. Y como más vale prevenir que curar te recomendamos la lectura de los post Organiza tu tiempo y Tu tiempo vale dinero: planifícalo para que no vuelva a pasar.

Imagen | telefonica

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