Una de las noticias económicas que más revuelo han levantado en la presente semana, es la sugerencia de la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, que ha sugerido a España, entre otras medidas, realizar una quita de deuda a las empresas que así lo necesiten.
Una propuesta que tiene por objetivo aliviar las consecuencias de la enorme carga financiera que muchas de ellas acarrean, que no solo le posicionan en una situación de desventaja, sino que también le limitan a la hora de pedir financiación, y les dejan un estrecho margen de maniobra para acometer nuevas inversiones en investigación y desarrollo.
Una medida fiscal, que tiene podría tener un elevado coste, lo que abre de nuevo el interrogante de qué colectivo debería afrontarlo en el caso de que se decida implantarla finalmente, pero claramente esa es otra discusión.
Con independencia de lo anterior, sería bueno que se aproximaran cuáles serán as condiciones que deberán reunir las empresas que decidan concurrir a esta futurible medida, ya que se si se establece sin condiciones, correríamos el riesgo de acabar con la diligencia de muchas empresas por cuidar su solvencia.
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