La morosidad continúa siendo uno de los mayores problemas de las pymes españolas. A pesar de que esta situación se ha reducido de forma significativa, todavía son muchas las empresas de reducida capitalización que siguen sufriendo impagos o retrasos en las fechas de vencimiento que acaban teniendo una importancia bastante grande en sus resultados financieros.
En concreto, según un informe elaborado por Euler Hermes Rating y analizado por Solunion, el 3,67% de las pequeñas empresas sigue incurriendo en impagos. Puede parecer un porcentaje despreciable y sin importancia, pero asusta cuando nos remitimos a las cifras en datos absolutos; casi 100.000 empresas en España tienen problemas de morosidad.
El dato es todavía más preocupante si lo comparamos con países de nuestro entorno. Supone 0,62 puntos porcentuales más que en el caso de las empresas francesas; 1,08 puntos porcentuales más que las alemanas y 1,62 puntos más que las empresas italianas.
Las razones de esta situación son bien conocidas por todos. La crisis financiera en primer lugar y las posteriores restricciones de crédito pusieron en jaque a muchas empresas, lo que provocó un incremento sin precedentes de las insolvencias, especialmente de aquellas empresas relacionadas con el sector inmobiliario, el más afectado por esta situación.
Sin embargo, la diferencia entre sectores es también bastante significativa, en un intervalo que abarca desde el 2,62% hasta el 12,92%. Esta diferencia tan grande se explica en parte por los elevados porcentajes de morosidad de la construcción, con un 7,70% y del Inmobiliario y los alquileres, con un 12,92%.