Valeriano Gómez ha señalado a la CEOE como responsable máxima de la ruptura de los acuerdos previos entre patronal y sindicatos para la reforma de la negociación colectiva. Los motivos que argumenta el Ministro, son la caducidad del convenio vencido y los criterios de flexibilización interna en las empresas en las que siempre decide la empresa.
Por su parte, la CEOE sostiene que no se puede dar mayor participación de los sindicatos dentro de la empresa y por su parte, los sindicatos dan por hecho de que la negociación colectiva que se apruebe el próximo viernes va a tener serios problemas de aplicación. En todo este maremagnum, lo único que queda claro es que aquí nadie se preocupa de las pymes ni su realidad laboral.
Si vemos el cuadro superior, 3,1 millones de empresas tienen menos de 10 trabajadores, por lo que en estas empresas, dificilmente tendrán representación sindical, dado que sólo a partir de 10 trabajadores se fija como obligatorio la figura del delegado de personal y en las empresas de más de seis trabajadores, esta figura es optativa y derecho de los trabajadores que se escogerá si así lo deciden los trabajadores.
En esta coyuntura, las relaciones empresa/trabajador en la pyme no se articulan a través de los sindicatos, dado que cualquier discrepancia se suele resolver directamente entre los trabajadores y empresarios. Pienso en aspectos como retribución, calendarios de vacaciones, recuperación de horas, turnos de trabajo o excedentes de producción.
En ningún punto del debate de la negociación colectiva se ha pensado ninguna medida para estas 3,1 millones de empresas, que por cierto, son el principal motor económico de nuestro tejido empresarial. No sé qué texto presentará el Ejecutivo el viernes, pero dudo mucho que sirva para algo en las pymes.
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