Se puede vivir con presupuestos prorrogados. El país puede seguir funcionando, pero tiene algunas consecuencias inesperadas. Ya vimos una de ellas que afectaba a los autónomos societarios, que tenían una nueva subida de la base de cotización. Pero también afectará a todos aquellos trabajadores que han visto su salario revisado según el IPC que pueden acabar cobrando menos.
La cuestión es que al prorrogarse los presupuestos no se actualizan las cantidades que marcan los tramos de dicho impuesto. Debido a esta razón, el empleado que ha visto revisado su salario según dicho índice puede acabar pagando más de IRPF, aunque en realidad su sueldo no ha subido, ni tampoco lo ha hecho su capacidad adquisitiva.
Se calcula que por este motivo se ingresarán unos 870 millones de euros más a las arcas de Hacienda. La inflación media de 2017 se sitúa en torno al 2%, que se aplicaría sobre el bruto. Los casos más graves se producirían cuando de lugar a un salto en el tipo que se aplica al empleado.
Sobre todo lo van a notar los que tienen salarios más altos, por encima de los 60.000 euros, que se calcula que perderían unos 200 euros al año. Para los que tienen salarios entre los 20.000 y los 60.000 les afectará sobre la cantidad que tributa por encima del 20.200, donde se concentran los tipos más altos de tributación para las cantidades que exceden dicho límite, que tributan al 30%. Los mileuristas se libran de esta cuestión.
Los que tienen ingresos variables, como autónomos y freelances, los que tienen bonus por objetivos, son los que tienen que tener más cuidado siempre con el IRPF, tanto por pagar menos de lo que se debería como por un exceso de cotización en caso de cumplir con las expectativas.
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Imágenes | stevepb