Cuando se quiere justificar una ley, se recurren a todas las cifras posibles, a las estadísticas más inverosímiles y a todos los estudios que refuercen la tesis de que el ciudadano es tonto, lerdo, inepto y necesita la protección del estado como órgano rector de su vida. Pienso en el tabaco, la ley antitabaco y el último dossier publicado por El Mundo.
El periódico se destapa con un titular pomposo donde los haya en los que evalua el coste neto para las arcas públicas con origen en el tabaco en unos 5.444 millones de euros. Este estudio realiza la suma de los ingresos que se obtienen por los impuestos del tabaco y se le restan los costes sanitarios en los que se incurren en el tratamiento de las enfermedades con origen en el tabaco. Curioso, no supone las pensiones que se dejan de pagar por los miles de fallecidos con el tabaco.
No obstante, al punto que quiero llegar es a la evaluación de pérdidas en las empresas por causa del tabaco. Según el estudio, las empresas pierden cada año 7.840 millones de euros como consecuencia del tabaquismo. De esta cifra, el 76% se atribuye a la pérdida de productividad por el consumo de tabaco en el lugar de trabajo, el 20% a costes adicionales de limpieza y conservación de instalaciones y el resto al absentismo laboral por enfermedades relacionadas con el consumo del tabaco.
Es decir, que si el estudio fuese cierto, desde el año 2006, fecha en la que se prohibió fumar en los centros de trabajo (excepción de hostelería), las empresas deberían haber aumentado de manera excepcíonal su productividad. Hablamos de un 6% de PIB aproximadamente y esta cifra no es despreciable en absoluto.
En el 95% los centros de trabajo no se fuma y se suele cumplir con la prohibición impuesta por la ley antitabaco vigente. No dudo que haya lugares en los que se fume todavía, pero si estas cifras fuesen ciertas y tuvieran por donde cogerse, en los últimos años, la productividad se hubiera disparado. Esto no es ni bueno ni malo, sencillamente mentira. Si se quieren apretar las tuercas con la ley antitabaco, que se aprieten, pero que no nos engañen por favor.
En Pymes y Autónomos | El impacto de la ley antitabaco en las empresas de ocio, Tabaco en los quioscos de prensa
Imagen | Donetsan