Bajas por enfermedad: Peores para los trabajadores

Bajas por enfermedad: Peores para los trabajadores
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En el post anterior hemos visto las repercusiones que tienen las bajas médicas para las pymes. Pero no podemos olvidar, que el gran perjudicado en una baja por enfermedad es realmente el trabajador.

Temporalmente presenta un estado de salud precario, con distintos grados de complejidad, pierde su vitalidad, su capacidad para trabajar y desarrollar su vida cotidiana pero además sus circunstacias económicas van a venir condicionadas por las decisiones que pueda adoptar la empresa. Veamos como le pueden afectar.

Si la empresa mantiene al trabajador en nómina, el trabajador va a dejar de recibir todos los complementos salariales que no estén sujetos a la base de cotización, junto con pagos en negro, dietas... que "haberlos, haylos" en casi todas las empresas. Si además su convenio colectivo no tiene complemento de mejora de incapacidad laboral por enfermedad, sólo va a recibir el 75% de la base de cotización que tuviese en el mes anterior a la baja. La economía del trabajador se va a resentir muy seriamente en ambos casos, y no olvidemos nunca que además, está incapacitado para trabajar.

Pero lo "realmente gracioso" viene cuando la empresa dedice despedirlo. La mutua o entidad gestora de incapacidades se hace cargo de su retribución mensual, pero sólo le abona el 70% de la base de cotización. Además esta base está limitada a las bases máximas de desempleo, que oscilan desde 1.055 €/mes para trabajadores sin hijos a 1.356,86 €/mes como máximo para trabajadores con dos o más hijos. Además, los periodos que se abonen como baja por enfermedad, consumen también periodos de derecho a la prestación de desempleo, con lo que la equivalencia entre ambas situaciones a efectos económicos es inmediata.

La primera reflexión para el trabajador es clara. Si no tienes hijos, todo lo que cotices por enciima de 1.500 € va a saco roto a efectos de prestaciones una vez extinguida la relación laboral, y con dos o más hijos, cotizar por encima de 2.000 € implica pagar más seguridad social, para recibir menos prestaciones, consumir desempleo y quedarse en una situación precaria.

Como podemos ver, la situación es bastante complicada para ambos, pero infinitamente más difícil para el trabajador. La empresa siempre tiene mayor fortaleza económica, y situaciones en las que ni puedes optar a un trabajo y no te quedan recursos económicos superan la psicología optimista de cualquiera.

Ahora que están tan en boga políticas sociales a tutti-pleni, no estaría de más mejorar las prestaciones por enfermedad a los trabajadores despedidos, manteniendo por ejemplo el 100% de su base de cotización sin límite, tanto en situaciones de alta en la empresa, como en despidos donde el pago del salario corrresponde a las mutuas o entidades gestoras.

En Pymes y Autónomos | Bajas por enfermedad: Malas para la empresa

Imagen | ibermutuamur.es

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