Trabajar en casa VS trabajar en la oficina

Trabajar en casa VS trabajar en la oficina
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HOY SE HABLA DE

Te levantas temprano, y miras a tu alrededor: el mismo escenario que ayer. La mesa y el ordenador te esperan. Resuena en tus oídos las palabras de un conocido: "¿Trabajas desde casa, qué suerte?". En el término medio está la virtud.

Si una establece unos horarios para cumplir con las tareas, perfecto. Pero existen variables que no se pueden controlar. Hijos, llamadas en los momentos menos oportunos, distracciones ajenas a tu voluntad. Trabajar en casa tiene su lado bueno pero también su cara oscura. Por eso, son muchas las empresas que deciden que parte del trabajo se realice en casa sin dejar de formar parte de un equipo. Pero todavía son muy pocas.

Desde 2005, el número de personas que trabajan desde casa ha crecido en un 103% en Estados Unidos. ¿En España? Sólo el 7,4% de las personas trabaja en casa, según consta en un informe de Adecco. El porcentaje está por debajo de la media europea, en torno a un 13%

El teletrabajo tiene ventajas: sobre todo en el ahorro en gastos por transporte, en una mejora de la conciliación familiar, y para la empresa supone un gasto menos sin que disminuya la productividad.

El asunto es que la mentalidad de muchos gerentes está anticuada y la de algunos trabajadores también. El trabajar desde casa requiere de una disciplina férrea, encontrar el equilibrio entre las horas dedicadas a cumplir con tus obligaciones laborales, y tu vida personal.

A veces, se echa de menos contar con un compañero para solucionar un problema o sentir que se forma parte de un equipo, algo vital para que la motivación aparezca.

El lado tenebroso de ir a trabajar para terminar no haciendo nada, es real, y desgraciadamente común en muchas organizaciones.

Hay personas que 'necesitan' ir al trabajo a socializar porque creen que permanecer en la mesa amontando papeles o fingiendo que están ocupadas es suficiente y, lo peor, les convierte en 'grandes' trabajadores porque pasan muchas horas en la empresa, las mismas que el jefe.

Trabajar en casa es igual o más duro que hacerlo en una empresa física. Y a la vez, el trabajo sale, se cumple con los objetivos. Si existe la formación a distancia, ¿por qué no el trabajo a distancia si es posible? Con los mismos derechos, por supuesto.

Trabajar desde casa te convierte socialmente en "invisible". Soportar comentarios del tipo "ya no te veo en el autobús" o "¿No haces nada?, son pequeños obstáculos fáciles de vencer. Son demasiados años viendo al "triunfador" dirigirse a su puesto vestido de manera impecable para cumplir con su labor (o no) y llegar vencido a casa por su dura jornada.

Cumplir con tu obligación laboral desde casa tiene el mismo mérito que hacerlo de manera presencial, y ese ahorro en los costes para la empresa, deberían verse reflejados en el sueldo de los trabajadores.

El día que algunos gerentes sean capaces de comprender que la empresa es un lugar para producir y crear un buen clima pero no, llenar un espacio con gente, sin más, nos pondremos a la altura de otros países cercanos donde la productividad es alta, la calidad del trabajo es óptima y el lugar de trabajo no es un espacio para la diversión (reuniones sin objetivo claro, comidas eternas...)

Habrá que reflexionar sobre la alta demanda por parte de los trabajadores por poder realizar su función en casa, y el porqué a seguir estancados en un modelo que no beneficia económicamente a ninguna de las partes.

En Pymes y Autónomos|Productividad, presentismo y teletrabajo: la organización del trabajo pendiente en la empresa,La metodología GTD explicada en vídeo

Imagen|Universidad de Navarra

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