Las oficinas de Google en Zurich son un auténtico paraíso para los trabajadores de la empresa estadounidense. Salas de masajes, zona de ocio para empleados con billares y, por supuesto, consolas con videojuegos hacen las delicias de los trabajadores que, además, tienen flexibilidad en sus horarios.
Bien sea por dar una imagen juvenil y desenfadada o bien por incrementar la motivación de los trabajadores, Google fomenta el ocio entre sus empleados con excelentes resultados. Si esta estrategia funciona, ¿por qué no íbamos a facilitar el ocio en nuestros lugares de trabajo?
Más que una distracción, tendríamos que verlo como un método eficaz de desconectar durante 5 o 10 minutos del estrés acumulado, las llamadas de teléfono y el email que estamos esperando. Por un momento tenemos la oportunidad de alejar nuestras preocupaciones y volver con fuerzas renovadas.
Además, fomenta la socialización entre los empleados, en especial entre aquellos que no tienen la oportunidad de relacionarse en el trabajo. Y para los que se conocen mejor, se trata de un momento de relax y diversión para consolidar la relación y establecer lazos más sólidos.
Por otro lado, sirve para ejercitar la mente, en especial si tenemos una videoconsola a mano. Según un estudio de Plos One, asegura que los videojuegos de estrategia en tiempo real puede mejorar nuestra flexibilidad cognitiva, es decir, la capacidad que tenemos para utilizar nuestros recursos mentales en circunstancias cambiantes.
No hay que perder en vista, sin embargo, que cada trabajo es un mundo y puede que las necesidades sean diferentes. No obstante, en la mayor parte de trabajos, productividad y ocio no son conceptos opuestos, sino que están más relacionados de lo que parece.
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